la chica del cuentakilometros
La chica del cuentakilómetros,
La que llevaba siempre la espalda cargada con su mochila, llena de experiencias.
La que un buen día, se le olvido porque creía haber madurado y ya era toda una mujer con bolso.
La que llevaba siempre la espalda cargada con su mochila, llena de experiencias.
La que un buen día, se le olvido porque creía haber madurado y ya era toda una mujer con bolso.
Hasta que salió de viaje y alguien le dijo que tenía que preparar su mochila para los buenos recuerdos...
Y cogio un bolso grande porque quería que cada momento a su lado fuera especial, quería llenarlo hasta el máximo aunque por dentro solo hubiera un desorden de cosas.
Quería atrapar todo y entonces un buen día,
descubrió que las miradas no se pueden guardar en un bolso, ni en ninguna mochila,
que se clavan en el corazón ,
como las de aquel día.
descubrió que las miradas no se pueden guardar en un bolso, ni en ninguna mochila,
que se clavan en el corazón ,
como las de aquel día.
A veces para curar heridas,
otras para hacer cicatrices,
pero las tuyas siempre serian especiales.
otras para hacer cicatrices,
pero las tuyas siempre serian especiales.
Porque por mucho agujero que pudieran provocar, se convertían siempre en respiradero.
Comentarios
Publicar un comentario