Y decidió abrazar a su lobo
Y decidió abrazar a
su lobo, aunque solo fuera para tenerle controlado.
Aprendió a querer hasta el monstruo más horrible. Ella.
Aprendió que hasta el lobo más monstruoso puede tener un
pelo suave.
Aprendió que hasta el lobo más grande y fuerte necesita amor.
Amor, que bonita palabra y que difícil de entender a veces.
Aprendió que las garras no son solo para hacer heridas, si
no también para agarrarse y no caer.
Aprendió que podía agarrarse a aquel lobo y caminar más rápido,
llegar a nuevos mundos o simplemente disfrutar de la belleza de su mundo.
Aprendió que a veces solo necesitas subirte a él, para
seguir caminando, para recuperar fuerzas o simplemente para llegar a tu
destino.
Y entonces se tumbo con el, y le dio un abrazo por aparecer
en su historia, porque el lobo era aquello que hacia todo glorioso.
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