La estación

Y de repente ¡Zas! Piel de gallina.
Corrientes de aire dándo ese empujoncito para poder volver a volar.
La luz del tren al final del túnel.
Las miles de luces que sujetaban aquellos pequeños humanos mirando abonados.
Y yo volando.
La gente parada esperando algo.
Y yo andando por aquel tiempo que parecía parado.

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