Te lanzaste de repente, por una fuerza impulsada.
Como una lanzadera directo.
Como lanza de cupido al verlo.
Estabas ahí tan cerca, no podías evitar que se fuera.
Una palabra, una sonrisa, una mirada o una caricia.
Una palabra, una mirada, un adiós sin decir nada.
gracias por tu comentario,buen blog!!
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